Puede que estemos hablando de uno de los últimos trenes para seguir la estela de la clasificación para la Champions de la próxima temporada.El partido en el Santiago Bernabeu contra el Real Madrid se presenta como un vida o muerte para nuestro Sevilla.
Es imprescindible, fundamental y vital ganar en la capital de España para seguir manteniendo vivas las opciones de entrar en la máxima competición continental. Es una exigencia quizás demasiado grande, si, pero obligada para compensar, en parte, el traspiés sufrido por nuestro equipo la pasada jornada en casa.
El Atlético (es el gran rival para ese cuarto puesto, no nos engañemos) tiene un partido difícil en Villareal. El equipo de Pellegrini le está pelando el segundo puesto al Barcelona (recordemos que da la clasificación directa para Champions), y quién sabe si el primero al Madrid. Se juegan mucho y son capaces de dejar sin puntuar a nuestro directo rival esta jornada. Es por eso que una victoria sevillista el Domingo (canal + en directo) nos podría dejar, una vez más, a dos puntos (tres por el gol-average) del equipo colchonero...con 8 jornadas aún por disputar.
No llega el Madrid en su mejor momento al envite. La eliminación de la Champions ha hecho mella y se han dejado puntos vitales en Liga, los últimos en casa frente a un Valencia del que nuestro Sevilla dió buena cuenta sólo unos días antes. Bien es cierto que el Sevilla tampoco llega en su mejor momento, pero la importancia de los puntos ahora es vital.
Desgraciadamente no podremos contar con el Capo Maresca, ya que el comité lo ha sancionado con 4 encuentros. Es la justicia (más bien injusticia) dispar de siempre. No estoy diciendo con ello que no se deba sancionar a Maresca, pues agredió a un rival y debe merecer castigo. El problema está en que, cuando el que agrede es del Madrid o Barça, las sanciones entonces se reducen o desaparecen. Todavía queda en la mente de todos (al menos de todos los sevillistas) el brutal codazo de Diarrá a Crespo, al cual se le tuvo que implantar una plancha metálica con no se cuántos tornillos. "Es como si hubiera sufrido un accidente de tráfico", dijo el cirujano que lo operó. Pero nada, Diarrá no sólo terminó el partido, sino que a la semana siguente seguía repartiendo candela. Es la historia de la justicia deportiva en España, pero perdenos en estos temas es, sencillamente, perder el tiempo. No llevan a nada, ya está asumido desde hace tiempo.
Volviendo a lo que nos ocupa, quiero pensar que es posible ganar en Madrid, quiero pensar que es posible dar emoción a la liga, ...quiero pensar que es posible volver a soñar con la Champions.
4 comentarios:
Sigue soñando, faltan dos dias para despertar. Quizás sea el último tren para estrellarse.
Hola anónimo,
Puede que sea verdad lo que dices, que este año nos estrellemos y no consigamos nada. Pero...¿acaso no ganar un título es estrellarse para nuestro equipo, nuestro presupuesto?. Lo de soñar...no sé por dónde va. LLevamos varios años ganado títulos, tangibles, bastante reales y lejanos de lo que sería un sueño.
De los últimos enfrentamientos entre nuestros equipos no necesito hablar. Doble victoria en la supercopa (con un 3-5 en vuestro estadio que causó bastante escozor) y un 2-0 en Liga.
No sé quien ganará. Yo por lo menos lo he dejado en el aire...tu ya lo das por hecho.
Ya se verá.
En cualquier caso, si no ganamos, espero que sirva para que seais campeones, ya que no me apetece nada que el Barça de Laporta levante una liga.
Yo creo que hay miedo por parte de los eternos aspirantes a la liga (Madrid, Barcelona), de que otros equipos les estén haciendo sombra últimamente. Tiene mérito manejar un presupuesto infinitamente inferior y estar ahí, tocando las narices al personal. Véase el Villarreal, Sevilla, etc.
Quien sabe, quizás pese a la situación actual de la clasificación, no ganen la liga ni Barcelona ni Madrid. Creo que ganaría el fútbol en emoción con ello...
Mucha suerte al Sevilla para esta noche.
Este tren ha pasado de largo.
Deseo suerte al Sevilla aunque desgraciadamente se estén reduciendo las posibilidades.
Creo que para clasificarse para Champions no eran precisamente estros tres puntos los que había que ganar; se han perdido otros muchos, mas fáciles de conseguir por pura lógica.
Suerte en las ocho últimas finales.
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