Dicen que lo importante en el fútbol es jugar bien, pero yo no estoy muy de acuerdo.
Jugar bien es vistoso e ilusionante para una afición, pero lo realmente importante es la victoria.
Eso es lo que ha conseguido esta tarde el Sevilla en Zaragoza, doblegando al equipo maño por 1-2, con un gol en el descuento de un gran Negredo. El del barrio de Vallecas está este año a un nivel altísimo.
Se ha ganado como más gusta, en el descuento, sin tiempo de reacción para el rival. Y se ha ganado ante un panorama que pintaba muy negro. La expulsión de Navarro (¿cuántas van?) con mucho tiempo por delante y el clarísimo penalty sobre Alfaro no señalado hacían pensar que el empate era ya de por sí un buen motín.
Pero los tres puntos saben mucho mejor, claro que si.
A falta de lo que haga el Valencia esta noche, somos cuartos.
Ahora sólo queda sumar los seis próximos puntos que tenemos en casa para consolidar esa cuarta plaza.
El asalto a la tercera es sólo cuestión de tiempo.