viernes, 19 de septiembre de 2008

UEFA. Primera ronda. Lo mejor, el resultado.

El resultado es la nota positiva del partido de ayer noche correspondiente a la primera ronda de la copa de la UEFA.

Un Sevilla superior salió al campo con la intención de resolver pronto el encuentro y la eliminatoria. Lo primero llegó pronto, antes del minuto 7, con un disparo ajustado de Capel a pase de Jesús Navas.

El dominio del Sevilla era claro y tuvo de nuevo alguna ocasión para aumentar el marcador, sobre todo en la cabeza de O'Fabuloso. Con el paso de los minutos el juego fue decayendo y los austriacos comenzaron a llevar las riendas del partido.

EL segundo tiempo fue bastante malo por parte del Sevilla. Ni siquiera la presencia de Kanouté avivó a los pupilos de Jiménez, muy lentos durante toda la segunda mitad.
La entrada al campo de Chevantón y Adriano en los últimos compases dotó al equipo de la sangre que había faltado durante un gran tramo del partido. Fruto de ese nuevo dinamismo llegó el segundo gol, que fue el de la sentencia, ya en tiempo de descuento y obra de Adriano.

Sin jugar bien la eliminatoria quedó casi resuelta. Síntomas de campeón y de equipo grande sin duda. No obstante, me queda la duda del manejo de las rotaciones por parte de Jiménez.
Son pocos los jugadores que aparecen en los partidos y muchos los encuentros por disputar. La acumulación de minutos puede lastrar el rendimientos de los futbolistas atildados como titulares. Cuando se quiera tirar de los que no participan, la baja moral y su peor forma física debido a la falta de minutos puede mermar su rendimiento.

¿Dónde están jugadores como De Mul, Acosta o Mosquera?. Quizá el de ayer fuera de los partidos para dar minutos a estos miembros de la plantilla que necesitan coger confianza.

El Sevilla tiene una gran plantilla y ha de manejarse con cabeza. Las rotaciones son claves para llegar al final y con opciones en todas las competiciones.

Esperemos que nuestro entrenador sepa manejarlas por lo menos la mitad de bien que aquel otro entrenador que un día nos dejó en la estacada por aquello del dinero.

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