lunes, 6 de octubre de 2008

Golea casi sin darse cuenta.

Eso es lo que define el juego del Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán. Ayer, no tuvo que forzar la máquina en ningún momento para golear y pasar por encima del Bilbao.

Un Renato recuperado para la causa repartió juego y calidad a todo el equipo, marcando incluso el segundo de los cuatro goles que anotamos ayer.



Varias son las conclusiones que se pueden sacar del choque y, por extensión, de lo que llevamos de temporada.

La defensa está perfecta. La pareja de centrales Squillaci y Escudé se entiende de maravilla. La presencia de Fernando Navarro y su increíble solvencia ha sido ya más que comentada en post anteriores. Konko va cogiendo la forma y los recambios para el lateral derecho (Mosquera y Crespo) ofrecen garantías.

Es muy difícil que nos metan un gol, con lo que las posibilidades de caer derrotados son escasas.

Si a esto unimos el instinto matador de nuestros hombres de ataque (Kanouté, Chevanton, Luis Fabiano, Maresca, Renato, Navas...), lo normal es ganar los partidos a poco que marquemos un sólo gol.

La media que llevamos es superior a la inglesa, que es de 2 puntos por encuentro (se totalizarían 12 a estas alturas de temporada, por los 14 que hemos sumado). Sólo Valencia y Villareal, gracias a su espectacular arranque, permanecen por encima de nosotros.

La cosa pinta bien y lo mejor de todo es que se ve mucho margen de mejora.

Mañana, el sorteo de la fase de grupos de la UEFA. La cosa, afortunadamente, no para.

No hay comentarios: