Sopor en Pamplona

Partido aburrido a más no poder y sin apenas ocasiones el que nos brindaron Osasuna y Sevilla en la tarde noche de ayer.

Lo peor de todo es que, tras ver el once que iba a sacar Jiménez, ya se sabía lo que venía después.

No es la primera vez que sucede este año.

Desgraciadamente son muchas las ocasiones en las que ha pasado. Recuerdo algunas muy notorias, como el partido en el antiguo Villamarín o nuestra reciente visita al Nuevo Campo del Barcelona. Por cierto, a ver si el año que viene Bilbao y Barcelona crean su propia Liga y nos dejan a los españoles en paz. Aquí no queremos equipos que desprecian a nuestro país para luego lucrarse de él.

Volviendo a nuestro equipo, para mi el planteamiento de ayer es poco más que renunciar a la victoria. El empate, en estos casos, parece el máximo botín a priori.

Jugar sin bandas y dejar en el banquillo a jugadores como Capel, Perotti o Navas es imperdonable. Por muy pequeño que sea el rectángulo de juego, por muy duro que sea el rival.

¿Desde cuándo un equipo que es tercero tiene que mirar tanto lo que hace el rival para luego actuar en consecuencia?.

Los números de Jiménez no son malos, claro que no. Pero es este tipo de actitudes lo que, a pesar de la bonanza de puntos, hace fluir, en un gran sector de la afición, una corriente en contra del entrenador.

Quedan dos jornadas y todavía no tenemos cubierto el objetivo. Esperemos que ante el Dépor, en casa, podamos jugar como debe hacerlo siempre el equipo, sacar los tres puntos y cerrar, de una vez por todas, esta temporada.

Tenemos las mismas ganas que Jiménez de que esto se acabe.

PD: Por cierto, lo del Madrid, penoso. Desde que se dejó la Liga en casa ante el Barcelona, va camino de hacer un pleno de cinco derrotas seguidas. Eso, señores, se llama adulterar la competición.

Pero no se preocupen, aquí no pasa nada de nada.