Ese era el lema que se había preparado para el partido.
Tal era la confianza del consejo de administración en lograr el objetivo en la noche de ayer que se había preparado una fiesta para el final del partido, con espectáculo pirotécnico incluido. El equipo no defraudó.
El partido en sí no fue nada del otro mundo. Dominó el Sevilla que, sin hacer su mejor encuentro en casa, coleccionó un buen número de ocasiones, algunas de mucho peligro, como el remate de O' Fabuloso a la madera.
Pero la locura llegaría en el minuto 90, con el gol de Perotti a paso de Adriano, el mejor del encuentro.
Nos metemos en Champions por la vía directa, en lo que será nuestra tercera participación en la máxima competición continental.
Emotivo adiós al Gran Capitán Javi Navarro antes del cominenzo del coche. Desgraciadamente no pudo ver desde el césped la consecución del gran objetivo, aunque seguro que lo disfrutó desde la grada como un hincha más.
La temporada que viene, una vez más, estaremos entre los grandes de Europa.
¡Enhorabuena Sevilla FC!