jueves, 17 de julio de 2008

Para llorar de pena

Hoy me apetece escribir sobre ciclismo. ¿Por qué?

Porque es un deporte que me encanta, que es de héroes, que engancha una barbaridad, que maravilla, que te hace llorar...y que te puede dejar con la boca abierta de incredulidad.

¿Que está pasando en el ciclismo últimamente?. Tres positivos en el Tour, el último de Ricco, hunden este deporte.

¿Quién se salva? ¿Todo el que sube un poco rápido va dopado?. A mi me parece que si hicieran un control generalizado a todos los corredores, pocos se salvarían.Y es que es normal. Si sabes que el de al lado va hasta las cejas, lo normal es que tu no quieras competir en inferioridad de condiciones.

¿Cuál es la solución?. Dicen que en la época de Anquetil todos iban hasta las trancas, lo que pasa es que no se controlaba y ahora sale todo.

Me de pena, mucha pena, porque yo he pasado tardes de gloria delante de la tele, viendo como Indurain ganaba sus cinco tour, como Bernard sufría para defenderlo ante Bugno. Admirando a Chiapucci, a Breukink, a Lemond, a Ullrich, a Armstrong...empujando a el Chava en el Angliru, viendo surgir a Berzin, celebrando los triunfos de Delgado.


¿Dónde queda todo eso? ¿Es el fin? Quiera Dios que no...que alguien ponga remedio...que alguien lo salve...que alguien haga algo...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Fueron inolvidables las tardes que acabábamos con agujetas de empujar a Indurain en su subida al Turmalet;
desgraciadamente creo que también serán irrepetibles.
Ni el ciclismo ni nosotros somos lo que éramos.
¿Que no daría yo por cantar a las 5:30 (cuando acababa la etapa) eso de: Indurain ¡¡ IN-DU-RAAAIN !!.
Un abrazo y feliz verano.

Anónimo dijo...

Pues si. Son situaciones que difícilmente se volverán a vivir en el ciclismo. Yo aún sigo viendo las etapas de montaña, esperando encontrar algún resquicio de la gloria pasada.
Si los dopados nos dejan ver más allá del actual escándalo, volveremos otra vez a disfrutar.

El ciclismo de antaño daba para mucho...incluso para montar una etapa con chapas y tapones por el patio de cemento.

Un abrazo y feliz verano también.

Anónimo dijo...

Me desdigo de mi anterior comentario.
El ciclismo sigue siendo grande.
Acaba de terminar una gloriosa jornada de ciclismo con una portentosa subida a Alpe D´Huez.
Tras ver este magnifico espectáculo mi deseo sería retarte con mi chapa tuneada, con bordes pulidos y refuerzos de resina de exposi, realizando un recorrido con sus correspondientes metas volantes y sprint bonificados.
Nos vemos.

Anónimo dijo...

Grandiosa estapa, si señor. Carlos Sastre ha dado un golpe encima de la mesa, de la que han caído los tramposos y los que quieren hundir el deporte.
El ciclismo sigue siendo grande, sigue enganchando. Más dias como hoy harían falta para seguir disfrutando.
Viva el ciclismo y vivan los recuerdos de aquellas etapas sobre el cemento, con las "Standford", resinas epoxy y demás tecnologías que descubrimos.
Un abrazo.