viernes, 21 de mayo de 2010

Pentacampeón de España

Los cuatro últimos días de competición han convertido la temporada que termina en magnífica, con una calificación de casi matrícula de honor.

Sólo el no haber pasado a cuartos de Champions nos quita esa inmejorable nota.

Si la semana había comenzado bien con el ya comentado gol de Rodri y la consecución de la tercera clasificación para Champions en cuatro años, la cosa seguiría mejor aún si cabe en la final de la Copa.

Se presentaba el Atleti con mayoría de aficionados, algo lógico teniendo en cuenta que nos habían puesto la sede de la final nada más que 500 km más lejos que al Atleti. Una auténtica salvajada por parte de la federación.

Aún así, 35.000 sevillistas ataviados con su correspondiente sombrero se plantaron en Barcelona dispuestos a aistir a la consecunción de un nuevo título.

Querían los atléticos soñar más fuerte y si, eso te puede valer cuando el rival con el que te enfrentas es el Fulham inglés. Un equivalente a un Valladolid o un Rácing, con todos los respetos para estos dos equipos.

El Sevilla es otra cosa amigos. El Sevilla es un grande.

Cinco títulos en seis finales (ahora son seis en siete) era un balance demasiado demoledor para los colchoneros.

No había otra historia posible que la que finalmente aconteció.



Navas y Capel, dos chavales de la inagotable cantera de Utrera pusieron los dos goles que nos hacían pentacampeones de España.

Seis títulos en cuatro años, algo al alcance únicamente de los elegidos.

En poco tiempo estaremos disputándole al Barcelona un nuevo título, el que puede ser el séptimo en nuestra más reciente historia.

Los Atléticos querían soñar más fuerte.

Nosotros soñamos eternamente.

¡VIVA EL SEVILLA!

lunes, 17 de mayo de 2010

A la Champions, pasando por encima de los mercenarios.

Hablaban algunos periodistas de Sevilla, unos días antes del partido de Almería, de "hermanamiento andaluz".

Que palabra tan bonita y tan irreal a la vez.

Cuando se habla de equipos vascos, estos actos de hacer favores deportivos se dan sí o sí. En otros ámbitos, después de lo visto ayer en campos como el Calderón o el Sardinero, también.

Pero eso, queridos amigos, será algo que nunca, nunca, tendremos en Andalucía. Es tal el odio que desde determinadas provincias tienen a la capital, que hablar de hermanamientos es una utopía.

Lo que no puede ser, no puede ser, y además, es imposible.

Más bien habría que hablar de "ensañamientos continuos".

Que triste que desde algunos medios informativos de la ciudad se pretendiese en las horas previas dar por hecho que el Sevilla se encontraría a "un rival con las chanclas ya puestas".

Salió el Almería a comerse el mundo.

"Parece que están jugando una final" decía el gran Kiko Narváez. Su propio entrenador, Lillo, reconocía en rueda de prensa que era el mejor partido que había jugado su equipo en todo el año.

Precisamente el día del "hermanamiento", el día en que no se jugaban nada.

Pero no pudo ser señores, las botellitas de Champagne quedaron sin ser descorchadas en Mallorca porque un canterano, Rodri, nos dió en el último suspiro nuestra tercera clasificación para Champions en cuatro años. Será nuestra séptima (que se dice pronto) participación europea de forma consecutiva.

Sólo espero que alguna vez tenga que venir al Sánchez Pizjuán el Almería jugándose la vida. Correremos como posesos, aunque en juego no esté más que devolver las monedas que tan ruínmente intentaron ganarse algunos el pasado Sábado.

La Liga la ganó el Barcelona y la relajación final del Madrid permitió mantener la categoría a otro "hermano del alma" como es el Málaga.

A ver si año que viene, todos cogidos de la mano, conseguimos que Andalucía siga siendo la comunidad menos unida de toda España.

Un abrazo a todos los Sevillistas, enhorabuena por la clasificación para Champions y suerte para la FINAL de Copa del próximo miércoles.

Podemos seguir haciendo historia, aunque algunos como Negredo se hayan borrado de la fiesta.


lunes, 10 de mayo de 2010

La hora de la verdad

Llega el momento definitivo.

Finalmente no se pudo ganar al Barcelona, algo que parecía bastante claro a priori. Además, si tenemos en cuenta que el Sevilla jugó casi medio partido en inferioridad numérica por la rigurosísima expulsión de Konko (ninguna de las dos amarillas era clara), la dificultad era ya extrema.

No obstante, el equipo tiró de casta y recortó un 0-3 para dejar el partido en un 2-3 con 20 minutos por delante.

A partir de ahí el Barcelona dejó, a mi entender, mucho que desear, mostrando maneras de equipo pequeño. El todopoderoso mastodonte azulgrana perdió todo el tiempo que pudo ante un equipo con diez.

Pero eso también es fútbol, incluso para el equipo de los presumibles 99 puntos.

La derrota ante el Barcelona, aparte de prácticamente dejar sin Liga al Madrid, no fue para nada dañina, ya que el Mallorca se dejaba los puntos ante un "motivado· Dépor.

Queda una jornada en la que todo lo que sea que el Mallorca no nos recorte dos puntos nos dará la Champions por segunda vez consecutiva y tercera en cuatro años.

Todo un logro que se puede completar si llevamos a nuestras vitrinas la quinta Copa del Rey.

Yo ya tengo mi entrada para la gran cita.

¡¡Viva el Sevilla!!

jueves, 6 de mayo de 2010

Regresa el mejor Sevilla

Quedan dos jornadas para el final de la Liga y el Sevilla vuelve a ocupar un puesto de Champions.

Con el Valencia ya tercero, tenemos que centrarnos en mantener la cuarta plaza conseguida en el día de ayer.

Para acceder a ella hemos tenido que ganar dos partidos consecutivos y reencontrarnos con la mejor versión de nuestro equipo.

La cosa comenzaba con un 3-1 en casa al Atleti, que no se jugaba nada pero que vino a morder al Sánchez Pizjuán. Lo mejor del choque fue el reencuentro de Negredo, por partida doble, con el gol. Lo peor, la lesión de un Luis Fabiano que atravesaba una de sus mejores rachas goleadoras.

Lo que comenzaba bien el pasado Domingo terminó ayer de forma magistral. Hacía 24 años que el Sevilla no marcaba 5 goles fuera de casa. El 1-5 al Rácing refleja el cambio de actitud de los pupilos de Álvarez en los partidos fuera de casa.

No fueron ocho porque Navas, kanouté y un infame linier nos privaron de sumar otras tres dianas.

El Mallorca pinchó con el Madrid y nosotros recuperamos así la tercera plaza.

El próximo Sábado, en horario unificado, podemos devolverle el favor al Madrid ganándo al Barca en nuestro estadio. No será tarea fácil, ya que los azulgrana sólo han perdido un partido en Liga de 36 disputados. No obstante, la goleada de ayer insufla al equipo una ilusión que puede obrar el milagro.

Depende de nosotros.

Lo veremos el Sábado.