Broche de oro a una gran temporada

Con la victoria de ayer en Soria por 0-2 se cierra una magnífica temporada de nuestro Sevilla.

70 puntos que suponen una de las mejores marcas conseguidas nunca por nuestro equipo. Unos guarismos que, en condiciones normales, habrían dado para pelear el título.

El partido no tuvo mucha historia, con un once sevillista plagado de suplentes que, no obstante, consiguió anotar dos goles en el tramo final del partido. Especial mención merece Perotti, que va creciendo día a día en su juego.

La temporada que viene puede ser vitar para asentarnos de manera definitva como equipo Champions. Ahora, una vez concluída la temporada, hay que empezar a pensar en cuáles serán los mimbres para afrontar el siguiente ejercicio, que sin duda será muy exigente.

Con el entrenador ya confirmado, será Monchi quien tenga que peinar el mercado en busca de los jugadores que necesitamos para apuntalar el equipo. En mi humilde opinión, haría falta traer un lateral derecho (para pelear el puesto a Konko), dos centrocampistas y, al menos, un delantero. Pienso que habría que repescar a Alfaro del Tenerife y quizás a Duda, pues su gran temporada en el Málaga lo ha merecido.

Por otra parte, hoy se han presentado las nuevas equipaciones para la temporada que viene en Liga y Copa del Rey. Bonito detalle el del club al llamar a los cuatro primeros socios para acompañar dicha presentación. La idea de plasmar en las camisetas los nombres de los pueblos sevillanos, andaluces y españoles me parece una magnífica idea. Y es que en el Sevillismo todos tienen cabida. La imágen publicada en la web sevillista nos muestra los nuevos diseños.

La temporada acabó con el Atlético ocupando la última plaza que daba acceso a la Champions y con el Betis descendiendo a segunda junto a Numancia y Recre.

No es por hacer leña del árbol caído, pero lo del otro equipo de la ciudad se venía venir de lejos. Cuatro años en la cuerda floja conducen a un descenso casi seguro, como así ha sido.

Al final, un único gol en el goal-average general les ha llevado a segunda, un gol que bien podría ser el que kanouté les endosó en el minuto 93 en aquella victoria en nuestro estadio que ahora les resulta inútil.

Son las dos caras del fútbol en nuestra ciudad. Una, la buena, la del Sevilla, resultado del trabajo bien hecho y de una estructuración del club ejemplar.

La otra, la del Betis, que ha plasmado en segundazo el desastroso y dictatorial mandato que ha gobernado el club durante los últimos años. Una infame actitud que los ha llevado al pozo de la segunda división.

Vagarán por aquellos campos olvidados mientras no se resuelva la situación en las más altas cúpulas del club. Se me antoja difícil enderezar el rumbo en cuanto a estos aspectos, lo cual puede traducirse en una larga y penosa travesía por el desierto, por el infierno, por los pantanos de esa segunda división que estaban pidiendo a gritos.

Las comparaciones estarán a la orden del día. Mientras en la casa grande de Nervión suene la sintonía de la Champions, los de heliópolis éstarán batiendose el cobre contra el Levante, Elche, Nástic, Gerona o incluso el Alcoyano, que está a punto de ascender a segunda.

Y es que, tarde o temprano, cada uno tiene lo que se merece. Desde aquí, y por los amigos béticos que tengo y que no quiero que lo pasen demasiado mal, deseo al Betis un cambio urgente de rumbo, para que ese deambular por la nada sea lo más breve posible.

Y que aprendan la lección.