El Sevilla de este año está teniendo un comprotamiento un tanto singular. Alterna grandes actuaciones con encuentros insufribles.
Es lo que ha ocurrido esta semana. El Domingo, frente a Osasuna en Liga, mostró su peor cara. Pocas ocasiones de gol, actitud timorata y reservona y, para colmo, mala suerte. El gol del empate final del Osasuna se encajó en el minuto 90.
Por contra, ayer frente al Dépor en copa, la cosa fue muy distinta. Los jugadores salieron a morder y, si el Depor no se llevó una manita de goles, fue porque de nuevo la suerte nos fue esquiva.
No se trata de que siempre el equipo muestre su mejor versión, pero por lo menos podría hacerla aparecer en un buen porcentaje de veces. Eso ahorraría muchos disgustos y críticas hacia nuestro entrenador.
¿Qué versión veremos el Domindo en Riazor?. Se admiten apuestas.
jueves, 8 de enero de 2009
Montaña Rusa
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